Se encuentra en un lugar perfecto para conocer Galicia.
En el camino a Finisterre,
a 10 km. de Santiago de Compostela, su enclave facilita el aislamiento, el sosiego y la paz. Pero también la proximidad a una
ciudad histórica, destino de peregrinos, con mucho por conocer.
Desde aquí, cualquier punto de Galicia es accesible en poco tiempo, tanto las playas de las Rías Baixas
como las playas salvajes de la Costa da Morte.
La montaña y los ríos, rutas de senderismo, paseos en bicicleta y largas conversaciones al lado del fuego.